Jonathan Edwards señala uno de los maravillosos efectos de verdadero despertar en la gente de la iglesia – un sentimiento de dependencia absoluta:
La deriva del Espíritu de Dios en sus esfuerzos legales con personas, ha parecido más evidentemente el ser, dar paso para, y llevar a una convicción de su dependencia absoluta de su poder soberano y gracia, y la necesidad universal de un Mediador, al llevárlos más y más a un sentido de su gran maldad y culpabilidad delante de sus ojos; la contaminación y la insuficiencia de su propia justicia, que no pueden en modo alguno ayudarsen a sí mismos, y que Dios sería totalmente justo y recto en rechazarlos a ellos y todo lo que hacen, y en echandolos fuera para siempre: aunque haya una gran variedad en cuanto a la forma y la distinción de las convicciones de las personas sobre estas cosas (Pg. 70, 71, The Jonathan Edwards Reader, Yale Nota Bene).
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He aquí el testimonio de John G. Paton de la manera espiritualmente sensible en la cual su padre disciplinaba a sus hijos:
La disciplina por la que nuestro padre nos pasó fue una especie de religión en sí misma. Si algo realmente serio debia ser castigado, el se retiraba primero a su ‘armario’ para orar, y nosotros los muchachos, entendiamos que él estaba presentando todo el asunto delante de Dios, ¡y esa fue la parte más severa del castigo para yo sobre llevar! Yo podría haber desafiado cualquier cantidad de castigo simple, pero esto hablo a mi conciencia como un mensaje de Dios. Lo amabamos tanto más, cuando veiamos lo mucho que le costaba castigarnos, y, en verdad, él nunca tenia que realizar mucho de ese tipo de trabajo en cualquiera de nosotros once – fuimos gobernados por amor mucho más que por temor.
John G. Paton, Misionero Patriarca: La verdadera historia de John G. Paton, Ed. James Paton, (San Antonio: Vision Forum, 2001), 17.
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“Entonces Boyd … en esta “nueva” iglesia en la que las familias se sientan juntas y no tienen programas, ¿cómo evangelizan?” He escuchado eso varias veces y anticipo escucharlo de nuevo. Es una de las preguntas más comunes que recibo como un pastor de una IFI, la pregunta esta sin embargo fundacionalmente mal. Se asume que el evangelismo es un programa. He encontrado otro pastor que esta de acuerdo conmigo en los comentarios sobre los programas y la evangelización.
Chris Castaldo, pastor de la comunidad y la plantación de iglesias en Church College en Wheaton, Illinois: “¿Cómo se escribe ‘evangelismo’?” Para muchos, si somos honestos, se escribe “programas”-un evangelista invitado en el púlpito, Escuela Bíblica de Vacaciones, conciertos de Navidad, y similares. “
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Realmente no podía creer lo que estaba oyendo de nuevo. “Entonces Boyd … en esta “nueva” iglesia en la que las familias se sientan juntos y no tienen programas, ¿cómo evangelizas?” A lo que respondí: “Espero evangelizar en la misma manera que lo haces tu … al compartir con los perdidos cuando me encuentro con ellos.”
Pero después de que esta misma pregunta seguía apareciendo, empecé a darme cuenta de que habían conceptos erróneos acerca de la evangelización que el IFI (integración de familias e iglesias) estaba exponiendo … tal vez sin intención, pero sin embargo, yo lo estaba viendo. De hecho, empecé a ver estas tres ideas erróneas continúan surgiendo de los que asistieron a las iglesias tradicionales.
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La Confesión Belga del 1561 fue una de las primeras confesiones en la tradición reformada, y explicó la importancia de mantener una iglesia pura:
Las marcas por las que se conoce la verdadera Iglesia son las siguientes: Si la doctrina pura del evangelio se predica en ella, si ella mantiene la pura administración de los sacramentos como lo son instituidos por Cristo, si la disciplina de la iglesia se ejerce en el castigo del pecado, en definitiva, si todas las cosas se manejan de acuerdo a la Palabra pura de Dios, si todo lo contrario a ella se rechaza, y si Jesucristo es reconocido como la única cabeza de la Iglesia. Por este medio la verdadera Iglesia puede ciertamente ser conocida, de la cual nadie tiene derecho a separarse. [1]
[1] Citado por R. Albert Mohler, Jr., Disciplina de la Iglesia: La Marca Que Falta, en la Iglesia comprometida, John Armstrong, ed. (1998), disponible en línea en http://www.founders.org/library/polity/mohler.htm.
Esto se cita en el capítulo 9 de Historia de Dos Gobiernos, Renaud y Weinberger
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Juan Calvino hablando sobre la Gran Comisión:
El significado concluye en esto, que al proclamar el evangelio en todas partes, ellos deben traera todas las naciones a la obediencia de la fe, y por segundo, que ellos deben sellar y ratificar su doctrina por la firma del evangelio. En Mateo, primero se les enseña simplemente a enseñar; pero Marcos expresa la clase de doctrina, que ellos deben predicar el Evangelio; y poco después el mismo Mateo añade esta limitación, para enseñarles que guarden todas las cosas que el Señor ha mandado.
[1] Calvin, J., y Pringle, W. (2010). Comentario sobre una armonía de los Evangelistas Mateo, Marcos y Lucas (Mt 28:19). Bellingham, WA: Logos Bible Software.
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En el evangelismo moderno, esta preciosa doctrina [de la regeneración] ha sido reducida a nada más que una decisión humana de levantar la mano, caminar en un pasillo, o hacer una “oración del pecador”. Como resultado, la mayoría de los estadounidenses creen que han sido “nacidos de nuevo” (es decir, regenerados) a pesar de que sus pensamientos, palabras y acciones son una contradicción constante con la naturaleza y la voluntad de Dios.
- Paul Washer
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“No hay nada más glorioso o notable en la iglesia que el ministerio del evangelio”. Así escribió Juan Calvino (Institutos, 4.3.3.).
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Esta semana, más de 2,000 personas estarán fluyendo hacia las montañas de Asheville, Carolina del Norte para la conferencia Blancos Para La Siega. Dios ha reunido a su pueblo muchas veces en las montañas. Fue en una montaña donde Jesús pronunció la Gran Comisión. Mi oración es que verdaderamente nos encontremos con Dios en esa montaña.
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Hoy estoy orando para que Dios nos de a todos nosotros los que nos reúnimos y a las iglesias:
Un nuevo amor por los perdidos;
Una nueva visión de Cristo como su evangelista;
Un empoderamiento renovado por el Espíritu Santo;
Una idea más clara del proposito de sus familia;
Un mejor uso de nuestros recursos;
Un uso más fiel de nuestro tiempo;
Una realidad más apasionante del infierno;
Una visión más cautivante del cielo.
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