Charles Spurgeon solía hablar tan claramente y amablemente sobre la naturaleza y el papel de la Ley de Dios en la vida de los creyentes. Aquí el muestra cómo no hay nada en la ley que te robe de tu felicidad.
La ley de Dios, cuando nos dice: “No cometeras,” sólo establece una señal de peligro para decirnos donde es perjudicial ir. Y cuando la ley dice, “Tú haras”, lo que hace es levantar una mano amablemente para señalarnos el camino mejor y más seguro.
No hay nada en la ley de Dios que te robe de tu felicidad; ¡sino que sólo rechaza lo que te costaría dolor! Sabemos que es así, y por lo tanto estamos aquí y inclinamos nuestra cabeza y lloramos porque hemos sido tan tontos para transgredir, y hemos sido tan intencionadamente malvados para hacer esas cosa malas que Dios odia y que tan gravemente nos hiere. – Charles Spurgeon, de Frente a los pies del Maestro, un devocional diario, P 174, en la lectura de Octubre 21