Las personas a menudo dicen que el sistema de discipulado segregado por edad es bíblico, porque era practicado en escuelas rabínicas de Israel durante el tiempo de Cristo. Ellos llegan a la conclusión de que es legítimo adoptar el patrón de los rabinos.
Hay varias observaciones que se deben hacer al enfrentar este argumento. En primer lugar, este es un argumento que viene de la en lugar de venir de las Escrituras. Aunque los argumentos de la historia puedan ser interesantes y útiles, no son la guía de la Iglesia. La doctrina de la Sola Scriptura alega que las prácticas de los rabinos no son nuestros patrones. La Escritura es nuestro único patrón y guía.
En segundo lugar, debemos reconocer que el estado espiritual del pueblo de Dios durante el tiempo de Jesús era deplorable. Aquí hay algunos ejemplos. Jesús estaba continuamente corrigiendo el pensamiento equivocado de los hijos de Israel. Nuestro Señor le llamó a esa generación “una generación adúltera” (Mateo 12:39). Ellos habían multiplicado las leyes hechas por hombre y habían inventado prácticas que eran contrarias a las Escrituras (Marcos 7:9-12). Esta no era una sociedad justa, por que había sido corrompida por las tradiciones de hombres. Nuestro Señor, durante su ministerio en la tierra, gastó mucho tiempo corrigiendo el punto de vista de ellos. Por ejemplo, en Mateo 19, el les corrige sus puntos de vista sobre la salvación, la humildad, matrimonio, divorcio, soltería, y los niños. Esta no era una sociedad que estaba haciendo la voluntad de Dios. Esta es la razón por la cual Israel en el tiempo de Jesus no es el lugar donde debemos buscar nuestros patrones. Cuando decimos: “Las escuelas rabínicas son válidas porque fueron utilizadas en Israel,” nos hemos olvidado de que Jesús estaba corrigiendo muchas de sus tradiciones. Por lo tanto, las tradiciones judías siempre deberían ser evaluadas a través del lente de la sola Escritura.
En tercer lugar, las prácticas de muchos de los griegos eran trabajadas dentro de la corriente de la vida judía. Helleniztion estaba siendo progresivamente favorecida por los Judíos en Palestina durante la época de Jesús. Hubo muchas expresiones de esto. Por ejemplo, las prácticas educativas del gimnasio estaban siendo adoptadas. El gimnasio proveía oportunidades educativas y deportivas para los niños judíos. Algunos padres de familia en Jerusalén estaban enviando a sus hijos a estos gimnasios, además de las escuelas rabínicas. Nuestra palabra gimnasio, que proviene de gymnos, significa desnudo. En Grecia antigua, los atletas competían desnudos en aprecio y glorificación del cuerpo humano. El hecho de que los padres judíos estaban enviando a sus hijos a las escuelas rabínicas y al gimnasio de la educación no da prueba que es legítimo que la Iglesia haga lo mismo.
Las culturas están siempre en cambios continuos, pero el pueblo de Dios debe establecer la cultura cristiana donde quiera que habite. Aunque los Judios, durante la época de Jesús, estaban enviando a sus hijos a las escuelas rabínicas y al gimnasio, esto no quiere decir que debemos seguir sus patrones y dejar al lado las prácticas bíblicas y las pautas de la educación que están claramente establecidas en la Escritura.