He leído una serie de escritores modernos  que se burlan de la idea de la adoración familiar regular y dicen que no es necesaria. Yo tengo una perspectiva diferente. Una de las cosas más importantes que las familias pueden hacer es tener un enfoque diario en las cosas de Dios a través de la lectura de la Escritura, la oración, e incluso el cantar. El lenguaje de Deuteronomio 6 debe ser lo suficientemente persuasivo. El puritano Inglés, Phillip Goodwin, apunta su dedo a la importancia de las prácticas regulares que llenan a una familia con el conocimiento de Dios: 

 

El servicio de Dios es la defensa de las familias. Una casa que no tiene deberes religiosos en ella, es como una casa que le faltan las cerraduras y tornillos, que esta sin puertas, pero mas bien esta tan abierta de noche y de día en peligro de invasión de todas las calamidades; Al igual como cuando las ranas llenaron las casas de los egipcios, y se subieron en sus alcobas. 

 

Cuando se es negligente,, qué males entran? Como le dijo Natán a David: "La espada nunca se apartará de tu casa", entonces la maldición de Dios nunca puede apartarse de esa casa donde el pecado mora en vez de su servicio. Este  es un texto terrible, Zacarías 5:4, "Yo la he enviado, dice Jehová de los ejércitos, para que entre en la casa del ladrón y en la casa del que jura falsamente en mi nombre;

permanecerá en medio de su casa y la consumirá junto con sus maderas y sus piedras.” El juicio de Dios se entrará y habitara en familias pecaminosas, a fin de llevar a todos a la ruina total. 

 

Y aunque las familias enteras están debajo de este pecado, sin embargo sobre los jefes de familias más inmediatamente es este pecado colocado.. Los Esposos, Padres, Maestros, y tales personas superiores son los principales en este pecado. 

 

Aquellos que son los principales en el servicio, donde el pecado no es contradecido, son los principales en el pecado, cuando se descuida el servicio. Y cuanto mayor es la persona que peca, mayor es el pecado de la persona. 

 

De Phillip Goodwin, La Religión de la Familia Revivida, 1665 Edition, pg 26-27.