Hoy en día, la idea de tener muchos hijos es vista con desdén como si odiaramos el planeta o como si nos hubiéramos convertido en uno de esos parásitos de la naturaleza que deben ser refrenados. Aquí hay una explosión del pasado de un discurso que Teddy Roosevelt dio sobre la maternidad en el 1905:
Hay mucha gente buena que se les niega la bendición suprema de los niños, y para estos siempre nosotros tenemos respeto y simpatía debido que a esos, sin culpa de su parte, se les niega de esta gran bendición de la vida.
Pero el hombre o la mujer que renuncia deliberadamente a estas bendiciones, ya sea por maldad, frialdad, un corazón superficial, auto-indulgencia, o la mera incapacidad para apreciar correctamente la diferencia entre lo importante y lo no importante - una criatura asi merece desprecio tan abundante como cualquier soldado infligido que huye en la batalla, u hombre infligido que se niega a trabajar para soportar a los que dependen de él, y que, aunque sin discapacidad, se satisface al comer el pan de balde que otros le ofrecen. (Citado en Qué Esperar Cuando No Hay Nadie Esperando Un Bebe, 174-75)
Theodore Roosevelt, habló sobre "La Maternidad Americana,” el Congreso Nacional de Madres, Washington, el 17 de Julio del 2013.