Viviendo en Sodoma II : Un Estudio, Segunda Parte (Patrones de Comportamiento de Padres que Retiran

por Scott Brown, Tema: Español

Lot es un ejemplo de un padre que no protegió a sus hijas. Su estilo de vida en Sodoma le abrió la puerta a la vulnerabilidad de sus hijas. Él nos da una idea de los patrones de comportamiento de muchos hombres que hacen vulnerables a sus hijas. Los resultados de su sincretismo fueron terribles. Cuando Lot hizo lo que era socialmente aceptable en Sodoma, obtuvo como resultado una familia corrupta y un linaje deshecho.

A pesar de que estaba molesto por el estilo de vida de Sodoma y fue criticado por ser conservador, Lot estaba lo suficientemente adaptado para quedarse allí. Él mantuvo un nivel de aceptación social que aseguró que sería partipante activo de la comunidad. Al mismo tiempo, él estaba tan alejado de sus hijas que permitió que fueran vulnerables a las influencias impías de Sodoma. Lot es un ejemplo extremo de una característica común en muchas familias—hijas desprotegidas.

Perspectiva Histórica

Lot hizo algo inconcebible a nuestros oídos, pero su comportamiento nos recuerda que hay momentos en la historia cuando los padres se alejan de sus hijas. Cuando estudiamos la historia, vemos una gama de comportamientos con respecto a las hijas. Algunos períodos son peores que otros. El de Lot fue despreciable, pero existen niveles de comportamiento que expresan la misma raíz del problema.  Mientras Lot pudo estar en el otro extremo de la balanza, en cuanto a la protección de sus hijas, no deberíamos pensar que estamos exentos de la raíz del pecado que dio lugar a su abdicación. Mientras que sus acciones eran extremas, hay muchas otras maneras en que los padres tienden a abandonar la protección de sus hijas.

Protección de las Hijas de América del Siglo 19

La idea de una mujer sin protección era prácticamente desconocida hace 150 años. En la cultura occidental del siglo 19, las mujeres simplemente no viajaban solas porque culturalmente se asumía que las mujeres necesitaban protección. Si las mujeres se desplazaban por tierra o por mar, estaban seguras de tener un acompañante masculino que las llevara sanas y salvas a su destino.

En nuestros días no tenemos conciencia de este concepto. Si usted viaja por mar o por tierra o por aire, usted verá a menudo cientos o incluso miles de quienes antes serían consideradas mujeres “no protegidas”. Esto era impensable 150 años atrás, pero hoy  día es la norma. Es importante tener en cuenta este cambio porque demuestra que hay fuerzas que trabajan en todas las culturas para proporcionar o retirar la protección a la mujer. En nuestra cultura actual, tenemos muchas normas socialmente aceptables que promuevan el abandono de la protección a las hijas.

¿Cómo crees que nos juzgarían los de la cultura del siglo 19 si ellos vinieran en una cápsula de tiempo y vieran hijas desprotegidas viajando a los confines de la tierra, mujeres en dormitorios mixtos, mujeres viviendo de manera independiente en las universidades de todo el país, y mujeres utilizando armas automáticas en situaciones de combate?

Creo que ellos estarían pasmados contemplando lo que nosotros consideramos normal.

La Protección de mi Propia Hija

En el año 2003, yo llevé a mi hija en un viaje misionero a Rumanía. En el avión, había un hombre borracho coqueteando con ella de una manera muy agresiva. Desafortunadamente para él, había 535 libras de masculinidad en nuestro grupo listos para protegerla. Créanme, estaban teniendo mucha paciencia cristiana con este hombre que insistió en esta misma actitud durante todo el vuelo. No sabía que si persistía, se tendría que enfrentar con una fuerza letal. Él hasta la tocó una vez y estaba haciendo avances muy audaces, aun después de que el avión aterrizó. Estoy convencido de que si no hubiéramos estado con ella para protegerla, ella habría estado en grave peligro.

¿De dónde en la Biblia sacamos la idea de la protección? Podríamos hacer una lista larga, pero hagamos una más corta. En el orden de Dios, los pastores protegen a sus rebaños. Los fuertes deben defender a los débiles. La mujer es el vaso más frágil. Y los padres deben proteger y cuidar a sus hijas todo el tiempo  (Deuteronomio 6:1-9). Esto es suficiente como para estar convencido de que los hombres deben proteger a las mujeres.

Una Voz de Alerta para los Padres

El ejemplo de Lot debe ser una advertencia que nos lleve a preguntarnos, “¿Cuáles son las formas socialmente aceptables a través de las cuales nos desconectamos de nuestras hijas y las exponemos a las influencias destructivas de este mundo?”

Los siguientes son perfiles de las cosas que los padres hacen causando que sus hijas queden sin protección.

El Padre Narcisista. Este es el padre que es adicto a la televisión. Solo pasa el tiempo en cosas que le interesan a él. No tiene energía para nadie más. Su filosofía es “Vive y deja vivir”. No tiene ningún plan, ningún programa. Él es un relativista, excepto cuando se trata de sus propias comodidades. Su filosofía es: “Tú tienes tu vida y yo la mía, haz tu propia vida”. Su hija está completamente por su propia cuenta. Es una hija desprotegida.

El padre Buena Gente. Este padre tiene una disposición favorable hacia su hija y es íntegro en todos los sentidos. Él la lleva a comer con regularidad y asiste a sus recitales y eventos deportivos. Pero él es tan “buena gente” que siempre toma el camino más fácil. Él no se involucra en la obra dificil de ayudarla a pensar sobre su vida de una manera más profunda.

Este padre acepta la vida tal como es. Por ejemplo, no ayuda a su hija a tener un entendimiento profundo del propósito de su vida más allá de las cosas que ya tiene en la mente. Si se le pregunta qué está haciendo con su vida, ella da el tipo de respuesta que se escucharía de cualquier persona mundana. Ella habla de su educación o sus pasatiempos o su carrera profesional, pero no se oye una visión bíblica de la feminidad. Que esto sea una advertencia para todo padre “buena gente”. Esta es una hija desprotegida.

El Padre que Apoya. Este padre casi idolatra los sentimientos de su hija sobre la vida. Él la ayuda a ser todo lo que ella quiere ser, incluso si esto significa un enfoque individualista para con sus propias inclinaciones. Él hace ejemplifica las letras de la canción popular, “Padres sean buenos con sus hijas”, en el sentido de “suavizar el camino para sus propios deseos”. Él la anima a centrarse en su pasión individual en lugar de tomar las medidas necesarias para ejercer el llamado de Dios sobre su vida. Ella disfruta de sus propios deseos sin ser motivada por los preceptos bíblicos. A ella le gusta elevar su propio “enfoque” de la vida por encima de lo que lee en la Biblia. En lugar de discipulado, se enfoca en su propia visión, llamado y dones.

En lugar de cuidadosamente entregar sus hijas en matrimonio, estos padres les dan la libertad de encontrar a sus esposos por su propia cuenta, fuera de su dirección y consejo…porque son padres “que apoyan”. Eesta también es una hija desprotegida.

El Padre Feminista. Este padre es un evangélico que asiste a la iglesia regularmente pero que en realidad no entiende la enseñanza de la Palabra de Dios concerniente a la masculinidad y la feminidad bíblicas. Su destino lo dicta el noticiero de la noche, los hombres que lo roden, y la ideología feminista que promueve la corporación para la cual él trabaja. En el trabajo, todos los días, está tan rodeado de mujeres sin protección que ha perdido toda sensibilidad en el asunto. El resultado es que su hija no ha sido protegida de los valores en bancarrota que el feminismo le ha dado a través de sus seres queridos. Ella ha comido a la mesa de la filosofía feminista junto a su padre y ninguno de los dos entiende lo que dice la Biblia sobre el papel y el llamado de la mujer. Por consecuencia, su visión está completamente desconectada de ese llamado, y la amorosa voz de su padre no está ahí para indicarle cómo las cosas realmente estás supuestas a ser.

Ella prefiere algo diferente, y no algo tan poco popular como la visión bíblica. ¿Por qué? Porque no le gusta la visión bíblica. ¿Y por qué no le gusta la visión bíblica? Porque ella va a la iglesia con su padre, quien vive un cristianismo superficial, y asiste a una iglesia regida por la ideología feminista. Se llaman a sí mismos cristianos, creen en la Biblia, pero en la realidad viven exactamente igual a todos los demás, haciendo caso omiso de las órdenes y reglamentos específicos que se encuentran en las Escrituras. Ella es otra hija desprotegida.

El Padre Sobreprotector. Él es extremadamente restrictivo y no a comunica con exactitud la visión bíblica. El puede exigir algo similar a la visión bíblica, pero su hija no percibe el gozo y la libertad que la misma contiene. Su excesiva demanda no produce una vida plena. Tiene reglas, pero no tiene amor. Él tiene  estructura y  convicción, pero no tiene gozo. Su mensaje es restrictivo y la vida que resulta carece de alegria. Lo que prevalece en su casa es un cristianismo sin gozo. Un cristianiso sin afecto reina en su gallinero. A menudo encontrarás que este tipo de padre tiene un plan, pero no explica por qué es importante. Este padre es sobreprotector, y su casa  parece más una cárcel que un lugar de delicados pastos y aguas mansas que ofrecería un buen pastor.

Un padre puede retirar la protección de su hija aun cuando ella viva en su propia casa. El padre sobreprotector en realidad expone el corazón de su hija al perjuicio, debido a su falta de visión positiva del futuro de ella. Ella también es una hija desprotegida.

La Raíz del Problema

A la raíz de estas caricaturas está la pasividad masculina. Es tal vez la cualidad más peligrosa del hombre.

La mayoría de las hijas no entienden la visión bíblica porque los padres no la conocen, porque cuando deberían estar estudiando y preparándose para enseñar, ellos están jugando golf o participando en algún otro tipo de entretenimiento. Ellos simplemente no saben qué decir a sus hijas, porque no tienen nada que decir.  Y no tienen nada que decir porque no han saturado sus mentes con pensamientos bíblicos con respecto a sus hijas.

Y lo que tienen que decir no lo comunican con suficiente detalle ni se toman el tiempo necesario para que ellas lo entiendan. ¿Cuánto tiempo toma esto?  Comunicar la visión bíblica a nuestras hijas tiene que empezar desde que nacen y debe continuar todos los días de su vida.

Un padre debería de guiar a su hija a una vida abundante como ayuda idónea (Génesis 2:18), a ser cuidadosa de su casa (Tito 2:4), a entrenar la próxima generación (Efesios 6:4), a mostrar una belleza que no se marchita ( I Pedro 3:4), y a ser una mujer emprendedora (Proverbios 31). Mi opinión es que cada hija debe memorizar estos pasajes de las Escrituras, para que ella esté equipada y así pueda detectar las influencias que le desvían del llamado para el cual Dios la creó.

Sin una enseñanza cuidadosa de “así dice el Señor”, una hijas no está protegida y se le niega la esperanza gloriosa de su llamado como una mujer en Cristo.

Scott T. Brown

Scott T. Brown es el presidente del Centro Nacional para la Integración de Familias e Iglesias y es anciano en la Iglesia Bautista Hope en Wake Forest, Carolina del Norte. Scott se graduó de la Universidad Estatal de California en Fullerton con una licenciatura en Historia y recibió una Maestría en Divinidad de la Escuela de Teología Talbot. Él le dedica la mayor parte de su tiempo al ministerio pastoral, a conferencias sobre la paternidad, a la reforma de la iglesia, y al fortalecimiento de la familia. Él y Deborah han estado casados por 31 años y tienen cuatro hijos adultos. Scott también ayuda a las personas a pensar sobre las dos instituciones más importantes que Dios ha establecido: la iglesia y la familia.