C19:2 - Pensar bíblicamente sobre la cuarentena
Las leyes para la cuarentena que Moises instauró se refieren a situaciones en Israel que ya no existen. Sin embargo, tienen principios permanentes que debemos aplicar hoy, a estas leyes a menudo se les llama "jurisprudencia", las cuales examinan diferentes tipos de casos en situaciones de la vida real que podemos encontrar hoy. Estos incidentes biblicos revelan la sabiduría de Dios y nos ayudan a saber cómo responder ante estas situaciones en la actualidad.
Las leyes abordan específicamente el tocar a los muertos y el contacto con diferentes enfermedades. Existen procedimientos para manipular excrementos, ropa contaminada, secreciones corporales infectadas, casas enfermas, moho y epidemias. Los remedios para las infecciones visibles en el cuerpo incluyen enjuagar, bañarse y afeitarse. También se prescribieron remedios de limpieza para ropa, telas, ropa de cama y sillas de montar. Dios en su sabiduría enseñó a su pueblo las mejores prácticas de cuarentena.
La peste negra, también conocida como la peste bubónica, mató entre 75 y 200 millones de personas. Alcanzó su punto máximo entre los años 1346 y 1353. Los judíos en Europa siguieron los principios bíblicos de cuarentena y no experimentaron el mismo sufrimiento que la población en general. Se asearon removiendo los gérmenes y practicaron la cuarentena cuando fue necesario. Amaban a sus vecinos, sin embargo, esto no mejoró su situación social con ellos. Los judíos fueron culpados por la peste y perseguidos por ella durante el siglo XIV.
Aquí está el principio más básico de las leyes de cuarentena de acuerdo con la "equidad general" de la Ley de Dios: cuando se tienen síntomas, se debe poner en cuarentena o estar en cuarentena para proteger a los demás. Si no hay síntomas, no hay razón para la cuarentena. Esto nos protege tanto de ser irresponsables como de hipocondría, enoclofobia y la asistencia irregular a la iglesia.
Scott T. Brown
Scott T. Brown es el presidente del Centro Nacional para la Integración de Familias e Iglesias y es anciano en la Iglesia Bautista Hope en Wake Forest, Carolina del Norte. Scott se graduó de la Universidad Estatal de California en Fullerton con una licenciatura en Historia y recibió una Maestría en Divinidad de la Escuela de Teología Talbot. Él le dedica la mayor parte de su tiempo al ministerio pastoral, a conferencias sobre la paternidad, a la reforma de la iglesia, y al fortalecimiento de la familia. Él y Deborah han estado casados por 31 años y tienen cuatro hijos adultos. Scott también ayuda a las personas a pensar sobre las dos instituciones más importantes que Dios ha establecido: la iglesia y la familia.