Deber de los Hijos Para con sus Padres – John Bunyan

por John Bunyan, Tema: Español

Hay también un deber de los hijos hacia sus padres, que están obligados a observar concientemente, tanto por la ley de Dios como por la naturaleza : “Hijos, obedeced  en el Señor  a vuestros padres, porque esto es justo ” Y de nuevo, “Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor “(Ef 6:1; Col 3:20).

Hay estas cosas generales en las que los hijos deben manifestar el honor que se debe a sus padres.

En primer lugar, siempre deben mirar a sus padres como mejores que ellos. Yo observo un espíritu vil entre algunos hijos, y es que tienden a mirar a sus padres por encima, a tener pensamientos de menosprecio y desprecio hacia ellos. Esto es peor que un pagano, el tal tiene el corazón de un perro o una bestia, que muerde a los que lo engendraron y a la que lo dio a luz.

Pregunta. Pero mi padre, etc., Ahora es pobre, y yo soy rico, y será un descredito, o por lo menos un estorbo para mí demostrar respeto hacia él, si fuera de otra manera, lo haria.

Respuesta.

Te digo que tú argumentas como un ateo y una bestia, invalidando el mandamiento de Dios. (Marcos 7:9-13). ¿Debe un regalo, y un poco de la gloria de la mariposa, hacer que no des  honor a tu padre y a tu  madre? ”El hijo sabio alegra al padre: Mas el hombre necio menosprecia a su madre” (Prov. 15:20). Aunque tus padres nunca sean tan pobres, y tú mismo nunca seas tan rico, sin embargo, él es tu padre y ella tu madre, y deben estar delante de ti en gran estima: “El ojo que escarnece a su padre y menosprecia la enseñanza de su madre, los cuervos de la cañada lo saquen, y lo devoren los hijos del águila “(Prov. 30:17).

En segundo lugar, tú debes mostrar honra a tus padres, ayudandoles voluntariamente con cosas de primera necesidad y alojamiento. ”Si alguno tiene hijos o nietos, que aprendan a ser piadosos [15] en su casa, y a recompensar a sus padres ‘, dice Pablo,” porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios “(1 Tim 5:4).  José  observo esta regla hacia su pobre padre, aunque él mismo era segundo al lado del rey en Egipto (Génesis 47:12; 41:39-44). Pero anotemos, “que ellos recompensen a sus padres”. Hay tres cosas por las que, por todo el tiempo que vivas, seras un deudor a tus padres.

Por existir en este mundo. Ellos son de quienes, por la voluntad de Dios, lo recibiste.

Por los cuidados que tuvieron de ti cuando estabas indefenso, y no podías tener cuidado de ti mismo.

Por los sufrimientos que tuvieron contigo cuando crecias. Hasta que no tengas tus propios hijos, no vas a ser sensible al dolor, vigilias, miedos, tristeza y aflicción, que ellos han tenido que padecer mientras te criaban, y cuando lo entiendas, no resultara fácil determinar que tu los has recompensado por lo que hicieron por ti. ¿Cuántas veces te han sustentado cuando estabas habriento, cuántas veces crubrieron tu  desnudez? ¿Qué cuidados se han tomado para que tengas los medios para vivir y hacer bien cuando ellos mueran? Posiblemente lo han tomado de su propias bocas, también se han empobrecido, para que puedas vivir como un hombre. [16] Todas estas cosas debes consideradar debidamente  y tener el cuidado de recompensar a tus padres. La Escritura lo dice, la razón lo dice, y solo los perros y las bestias lo pueden negar. Es deber de los padres proveer para sus hijos, y el deber de los hijos recompensar a sus padres.

En tercer lugar, muestra con humilad y como un hijo que ha sido cuidado, que hasta este día  tu recuerdas de todo corazón el amor hacia tus padres.   Esto es gran parte de la obediencia a los padres en general.

Una vez más, si tus padres son piadosos, y tú malo, si no has nacido de nuevo, entonces considera, que tú estas fuertemente comprometido en respetar y honrar a tus padres, no sólo ahora como un padres en la carne, sino como padres piadosos; tu padre y tu madre ahora son hechos por  Dios profesores e instructores tuyos en el camino de la justicia,  como Salomón ha dicho: “Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre; atalos siempre en tu corazón, enlázalos a tu cuello” (Proverbios 6:20, 21).

Ahora considera,

Que esto ha sido siempre la práctica de los que son y han sido hijos obedientes, sí, de Cristo mismo a José y María, aunque él mismo era Dios bendito por los siglos (Lucas 2:51).

Y también tienes los juicios severos de Dios sobre aquellos que han sido desobedientes, para que tengas temor. Como, (. 1) Ismael, que se burlaba del hijo de su padre y su madre, fue desheredado de su padre y del reino de los cielos, con la aprobación de Dios (Génesis 21:9-14; Ga 4,: 30). (2.) Ofni y Finees, por negarse a oir el buen consejo de su padre, provocaron al gran Dios para que fuera su enemigo: “Ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehova habia resuelto hacerlos morir” (1 Samuel 02:23 -25). (3). Absalón fue ahorcado, por así decirlo, por el mismo Dios, por rebelarse contra su padre (2 Samuel 18:9).

Además, poco sabes cómo duele el corazón de tus padres al considerar que seas condenado! ¿Cuántas oraciones, suspiros y lágrimas, han arrancado de sus corazones por esta causa? Cada fracaso tuyo va a su corazón, por el temor de que Dios te endurezca para siempre.¿Cómo lamentó Abraham a Ismael? ” y dijo Abraham  a Dios:  Ojalá Ismael viva delante de ti” (Génesis 17:18). ¿Cómo Isaac y Rebeca se lamentaron por el fracaso de Esaú? (Génesis 26:34, 35). ¿Y cómo David amargamente se afligió por su hijo, que murió en su maldad? (2 Samuel 18:32, 33).

Por último, como alguien podría imaginarse, toda esta carga de tus piadosos padres aumentará tu tormento en el infierno si mueres en tus pecados?

Una vez más, si tu y tus padres son piadosos, no es esto una cosa maravillosa? ¿Cómo debieras regocijarte sabiendo que la misma fe habita en ti y en tus padres? Tu conversión es  posiblemente, el fruto de los gemidos y oraciones de tus padres por tu alma, y ​​ellos no pueden hacer otra cosa quealegrarse, tu también regocijate con ellos. Esto es cierto en la salvación del hijo que se menciona en la parábola: “porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido y  es hallado. Y comenzaron a regocijarse “(Lucas 15:24).  Por lo tanto considera esto, que tus padres tienen la gracia, en tanto que tu, de todo corazón, te ocupas en dar honor, reverencia, y  obediencia a ellos.

Ahora tú estas mas capacitado para considerar el dolor y el cuidado que tus amigos han tenido, por tu cuerpo y por tu alma, por lo tanto esfuerzate en recompensarlos. Tu tienes la  fuerza para responder, en alguna medida, el mandamiento: No sea negligente al mandamiento. Es un doble pecado en un hijo afable no recordar el mandamiento, sí, el primer mandamiento con promesa (Efesios 6:1, 2). Ten cuidado de no dar a tus padres una palabra brusca, o un trato inadecuado. Amalos porque son tus padres, porque ellos son piadosos, y porque tú debes de estar en la gloria con ellos.

Una vez más, si tú eres santo, y tus padres malos, como tristemente sucede con frecuencia, entonces,

Deja que tus entrañas se estremezcan, son tus padres los que van al infierno!

Como he hablado antes a la esposa para que gane a su esposo no creyente, así te digo ahora, ten cuidado de hablar como un loro: hablales con sabiduria, mansedumbre y humildad, hazlo sin murmuración o descontento, sin quejarte, soportando sus reproches y aun sus insultos y  maledicencia. Busca oportunidades adecuadas para exponerles el estado de sus alma.¡Oh! que cosa maravillosa sería si Dios usara a un hijo para hacer nacer a sus padre a la fe! Entonces los padres podrían decir : Dios ha convertido  mi alma con el fruto de mis entrañas.Si es su voluntad, el Señor convertirá nuestros pobres padres, de manera que ellos, con nosotros, puedan ser hijos de Dios.  “¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi Señor hablar con mi Señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento.” (Dan 10:16-17).Considera aqui si la presencia de Dios no es terrible y espantosa, aun cuando se presenta clemente y misericordioso, ¿cuánto más cuando se nos revela como el Dios que aborrece nuestros caminos y se ofende por causa de nuestro pecado?

John Bunyan

John Bunyan (1628 – 1688) was an English Christian writer and preacher, best known for writing The Pilgrim's Progress, arguably one of the most famous published Christian allegories.