C19:3 - Lo que dice la Biblia referente a mantener buena higiene
Superficies y materiales potencialmente contaminados junto con el lavado en general son partes fundamentales del testimonio bíblico en las leyes de higiene y cuarentena. (Ver Lev. 13-15.)
Los santos de la antigüedad tuvieron que tomar estas leyes al pie de la letra por fe. No había manera de que pudieran entender cómo existían y se multiplicaban las bacterias, los virus y otros factores relacionados con la impureza. Realmente no podríamos entender las leyes de cuarentena hasta la invención del microscopio, los virus son, después de todo, invisibles para el ojo humano. En los tiempos modernos sabemos mucho más sobre cómo se propagan las enfermedades, por lo que tenemos reglas de higiene personal que nos hacen lavarnos las manos y limpiar las superficies. Esta es una aplicación adecuada de las leyes de cuarentena de la Biblia.
La Biblia es la primera en la literatura antigua en hablar del lavado de manos, pero esta practica como herramienta para frenar la propagación de la enfermedad es una idea bastante moderna. El doctor húngaro Ignaz Semmelweis es conocido como el padre del lavado de manos, en 1846 observó que las mujeres que daban a luz en la sala de maternidad tenían muchas más probabilidades de contraer fiebre y morir si las trataban con las manos sin lavar, hiizo entonces que las parteras se lavaran las manos y la tasa de mortalidad bajó.
Hoy, se nos dice que lavarse las manos es muy efectivo para detener la propagación de la enfermedad, los Centros para el Control de Enfermedades dicen: "Lavarse las manos es fácil y es una de las formas más efectivas para prevenir la propagación de gérmenes. Las manos limpias pueden evitar que los gérmenes se propaguen de una persona a otra y en toda una comunidad, desde su hogar y lugar de trabajo hasta las guarderías y hospitales ". La CDC (Centro de Control de Enfermedades) incluso han declarado el 15 de octubre como el "día mundial de lavado de manos". Cuando la CDC dice: "lávese las manos y no se toque la cara", defienden un principio bíblico.
En la Biblia, se prescribieron procesos radicales de limpieza, al igual que en los hospitales modernos, en Levítico 17: 15-16, cada persona que toca algo que ha muerto debe lavarse a sí mismo y a su ropa, se requiere limpieza para el yeso y las piedras en las casas. La Ley también dio a los sacerdotes la autoridad para derribar una casa enferma si no podían convertirla en un lugar saludable para vivir después de un proceso de prueba y error.
Estas leyes sientan un precedente para lavarse y tomar otras medidas si entra en contacto físico personal con la enfermedad, por lo tanto, lavarse las manos después de darle la mano a alguien infectado es apropiado; es deber cristiano, si usted es el infectado, entonces no debería tocar a los demás, el amor protege.
Scott T. Brown
Scott T. Brown es el presidente del Centro Nacional para la Integración de Familias e Iglesias y es anciano en la Iglesia Bautista Hope en Wake Forest, Carolina del Norte. Scott se graduó de la Universidad Estatal de California en Fullerton con una licenciatura en Historia y recibió una Maestría en Divinidad de la Escuela de Teología Talbot. Él le dedica la mayor parte de su tiempo al ministerio pastoral, a conferencias sobre la paternidad, a la reforma de la iglesia, y al fortalecimiento de la familia. Él y Deborah han estado casados por 31 años y tienen cuatro hijos adultos. Scott también ayuda a las personas a pensar sobre las dos instituciones más importantes que Dios ha establecido: la iglesia y la familia.